domingo, 23 de enero de 2011

A la orden del día: concurso de acreedores


Tal y como estamos viendo en 2º de bachillerato, la suspensión de pagos o concurso de acreedores consiste en un desequilibrio financiero a corto plazo, la empresa tiene bienes suficientes para afrontar sus deudas pero no puede pagarlas a su vencimiento por falta de liquidez. En estos tiempos de crisis, es cada dez más frecuente este tipo de situaciones.
El concurso de acreedores es un procedimiento que tiene por objeto llegar a un acuerdo entre el deudor y los acreedores, bajo supervisión judicial, sobre el modo en que se pagará. Es un procedimiento judicial (la empresa entrega al juez todos los documentos contables) que tiene por objeto evitar la declaración de quiebra por medio de acuerdos de moratorias o disminución de las deudas con los acreedores.

1) Acuerdos con los acreedores: se trata de renegociar las deudas, es decir, convertir las deudas a c/p en deudas a l/p (siempre que los acreedores nos dejen, ya que tendrían que esperar más para cobrar). Los acreedores, con el fin de cobrar al menos parte de su deuda, también pueden disminuir un porcentaje del capital pendiente. Si con estos acuerdos la empresa es viable puede continuar su actividad.

2) Vender activos: no se llega a ningún acuerdo con los acreedores, sería el método más drástico. Como la liquidación no siempre da para todos los acreedores, la ley establece el orden de preferencia para cobrar (los primeros en cobrar serían los trabajadores y los últimos los socios y directivos). En la fase de liquidación el concurso se califica de fortuito o culpable, en caso de culpabilidad habrá efectos legales para el empresario (indemnizaciones, inhabilitación, etc).