domingo, 16 de enero de 2011

Consumo, ¿motor de la economía?


      Como hemos visto esta semana, el indicador utilizado para medir la riqueza de un país es el PIB, que por el método del gasto se calcula con la siguiente fórnula: PIB = consumo + inversión + gasto + exportaciones – importaciones.
Bien, pues el consumo uepresenta un 60% del PIB en los países industrializados y en los que no lo son el porcentaje es todavía mayor.
La cantidad en que se incrementa el consumo cuando sube la renta en un euro se conoce como propensión marginal a consumir (PMC). En los países desarrollados oscila entre 0,90 y 0,97, lo cual significa que por cada euro que aumenta la renta el consumo aumenta entre 0,90 y 0,97 céntimos (la PMC en España hoy en día es de 0,82).
Si la gente consume la economía funciona, las empresas venden, contratan a más trabajadores, que vuelven a consumir y se repite el ciclo. Pero ¿dónde está el límite?.

      En el documental "Comprar, tirar, comprar" del que tanto se ha hablado estos días, se pone de manifiesto el negocio de las empresas con la obsolescencia programada. Es decir, los productos pierden su función prinicipal (satisfacer necesidades) porque se convierten en meros generadores de dinero, pues las empresas los fabrican con el objetivo de que duren un número determinado de horas o días y los tengas que renovar (según el documental las impresoras tienen un chip que obliga a reparar la impresora cuando llevas un determinado número de impresiones, entonces compras una nueva porque no te interesa repararla). El problema es que cada vez los productos duran menos, se puede ver en el video una bombilla que lleva encendida desde el año 1900 y resulta que ahora aguantan una serie de horas (se funde la bombilla, compras otra y la economía funciona).
Esta obsolescencia programada por las empresas estimula claramente un consumo que ha hecho crecer a las economias de los países occidentales en los últimos años. La pregunta es: ¿esta forma de crecer es sostenible?.

      Os invito a ver el documental para constuir vuestra propia opinión.