domingo, 23 de enero de 2011

A la orden del día: concurso de acreedores


Tal y como estamos viendo en 2º de bachillerato, la suspensión de pagos o concurso de acreedores consiste en un desequilibrio financiero a corto plazo, la empresa tiene bienes suficientes para afrontar sus deudas pero no puede pagarlas a su vencimiento por falta de liquidez. En estos tiempos de crisis, es cada dez más frecuente este tipo de situaciones.
El concurso de acreedores es un procedimiento que tiene por objeto llegar a un acuerdo entre el deudor y los acreedores, bajo supervisión judicial, sobre el modo en que se pagará. Es un procedimiento judicial (la empresa entrega al juez todos los documentos contables) que tiene por objeto evitar la declaración de quiebra por medio de acuerdos de moratorias o disminución de las deudas con los acreedores.

1) Acuerdos con los acreedores: se trata de renegociar las deudas, es decir, convertir las deudas a c/p en deudas a l/p (siempre que los acreedores nos dejen, ya que tendrían que esperar más para cobrar). Los acreedores, con el fin de cobrar al menos parte de su deuda, también pueden disminuir un porcentaje del capital pendiente. Si con estos acuerdos la empresa es viable puede continuar su actividad.

2) Vender activos: no se llega a ningún acuerdo con los acreedores, sería el método más drástico. Como la liquidación no siempre da para todos los acreedores, la ley establece el orden de preferencia para cobrar (los primeros en cobrar serían los trabajadores y los últimos los socios y directivos). En la fase de liquidación el concurso se califica de fortuito o culpable, en caso de culpabilidad habrá efectos legales para el empresario (indemnizaciones, inhabilitación, etc).

domingo, 16 de enero de 2011

Consumo, ¿motor de la economía?


      Como hemos visto esta semana, el indicador utilizado para medir la riqueza de un país es el PIB, que por el método del gasto se calcula con la siguiente fórnula: PIB = consumo + inversión + gasto + exportaciones – importaciones.
Bien, pues el consumo uepresenta un 60% del PIB en los países industrializados y en los que no lo son el porcentaje es todavía mayor.
La cantidad en que se incrementa el consumo cuando sube la renta en un euro se conoce como propensión marginal a consumir (PMC). En los países desarrollados oscila entre 0,90 y 0,97, lo cual significa que por cada euro que aumenta la renta el consumo aumenta entre 0,90 y 0,97 céntimos (la PMC en España hoy en día es de 0,82).
Si la gente consume la economía funciona, las empresas venden, contratan a más trabajadores, que vuelven a consumir y se repite el ciclo. Pero ¿dónde está el límite?.

      En el documental "Comprar, tirar, comprar" del que tanto se ha hablado estos días, se pone de manifiesto el negocio de las empresas con la obsolescencia programada. Es decir, los productos pierden su función prinicipal (satisfacer necesidades) porque se convierten en meros generadores de dinero, pues las empresas los fabrican con el objetivo de que duren un número determinado de horas o días y los tengas que renovar (según el documental las impresoras tienen un chip que obliga a reparar la impresora cuando llevas un determinado número de impresiones, entonces compras una nueva porque no te interesa repararla). El problema es que cada vez los productos duran menos, se puede ver en el video una bombilla que lleva encendida desde el año 1900 y resulta que ahora aguantan una serie de horas (se funde la bombilla, compras otra y la economía funciona).
Esta obsolescencia programada por las empresas estimula claramente un consumo que ha hecho crecer a las economias de los países occidentales en los últimos años. La pregunta es: ¿esta forma de crecer es sostenible?.

      Os invito a ver el documental para constuir vuestra propia opinión.

jueves, 13 de enero de 2011

Las tarjetas de los huevos de oro

¿Os habéis preguntado alguna vez que hay detrás de las tarjetas de crédito?. Primero hay que diferenciar entre las tarjetas de débito y las tarjetas de crédito.
T. Débito: sólo se puede pagar si hay dinero en la cuenta, la retirada de fondos es inmediata.
T. Crédito: los fondos se retiran el primer día del mes siguiente, pero si compras a partir del día 23 se considera compra del mes siguiente y no se retiran los fondos hasta el primer día de dentro de dos meses. Estas tarjetas son las de los huevos de oro porque en principio benefician a todo el mundo, aunque la verdad es que benefician a unos mucho más que a otros.
- Benefician a los consumidores: si se te pierden 50€ te quedas sin ellos, si se te pierde la tarjeta la anulas y no pasa nada.
- Benefician a los bancos: los bancos cobran a los comercios entre el 1,5% y el 2,5% de la ventas realizadas con tarjetas por el servicio de pago facilitado.
- Benefician al comercio: sobre todo benefician a los comercios ya que se incentiva la compra por impulso. Cuando el pago con tarjeta no estaba tan extendido, tú ibas a la tienda y si sólo llevabas 100€ no podías comprar algo que costaba 105€ (el caso es que al posponer la compra para otro día terminabas por no comprarlo). Hoy día, si al cliente se le antoja algo, puede comprarlo anunque no tenga dinero (se lo pasan por cuenta el día 1 del mes siguiente, qué casualidad justo ya ha llegado la nómina y hay fondos para retirar). Esto fomenta la compra por impulso, lo que ha hecho que los comercios aumenten sus ventas considerablemente (estadísticamente, el 70% de nuestras compras las decidimos en el lugar de venta).

Hay quien afirma que el dinero de plástico ha contribuido a la crisis, el mensaje a la sociedad es compra aunque no tengas dinero, vive por encima de tus posibilidades, date el capricho... Estos mensajes unidos a los bajos tipos de interés han propiciado un consumo elevado que ha beneficiado a la economía (si hay consumo todo funciona, pues el consumo es el motor de la economía) pero ha desembocado en un alto endeudamiento en las familias.