Feliz Navidad

A todos los lectores y lectoras de mi blog quiero desearos una Feliz Navidad y un próspero año nuevo cargado de nuevos proyectos e ilusiones.

Un fuerte abrazo.

Emilio.

Publicidad subliminal

      Un mensaje subliminal está diseñado para pasar por debajo o por encima de los umbrales de la percepción, por lo que en realidad no es perceptible de forma consciente para la persona.

Estos mensajes pueden ser visuales (imágenes transmitidas por espacios de tiempo muy cortos) o auditivos (sonidos imperceptibles)

      No está demostrada la capacidad humana de percibir dichos estímulos (al estar fuera del umbral perceptivo) ni tampoco la capacidad de influir en nuestra conducta. Sin embargo las teorías que defienden la existencia de la publicidad subliminal aseguran que estos estímulos son percibidos directamente por el subconsciente, que influye de forma determinante en nuestra conducta.

¿Cómo se mide la audiencia?

      Todos sabemos que las televisiones ganan dinero con la publicidad que las empresas insertan en sus programas. Está claro, una empresa que pone un anuncio en televisión quiere que lo vea el mayor número de personas posible, aunque esto a la empresa le salga caro (a mayor audiencia, más caro es el anuncio), pero es que “no se vende lo que no se conoce”. Por eso, a las empresas les interesa conocer las audiencias de los programas, para insertar los anuncios de sus productos en unos canales u otros, en unas franjas horarias u otras, incluso según el tipo de público de cada espacio televisivo. Para saberlo, las empresas disponen de dos herramientas:

• Estudio General de Medios: lo elabora AIMC (Asociación de Investigación para los Medios de Comunicación), a través de 30.000 encuestas callejeras “cara a cara” al año sobre el consumo que hacen los ciudadanos de todos los medios de comunicación (televisión, prensa, radio, etc).
• Aquí tenéis el último estudio publicado (descarga el pdf). 

• Panel de audímetros: lo realiza Kantar Media (antes TNS SOFRES). Se trata de un dispositivo electrónico que se instala en cada uno de los televisores de los hogares seleccionados como muestra representativa del país (concretamente son 4.625 hogares, lo que hace que España sea el 7º país del mundo en número de audímetros). Los hogares son elegidos atendiendo a criterios representativos de edad, sexo, nivel económico y formación. Es Kantar Media quien contacta con ellos y les solicita su participación a cambio de una cartilla de puntos que pueden canjear por regalos.
  El audímetro registra el consumo de televisión durante las 24 horas del día y envía los datos vía módem a un ordenador central que los procesa y obtiene las cifras de audiencia. Para ello, cada audímetro lleva consigo un mando a distancia con un botón asignado a cada miembro de la familia, que tiene que pulsar cada vez que empiece a ver la tele (si el espectador no pulsa el botón del mando al encender la televisión, el audímetro emite un molesto pitido). El audímetro también cuenta con un dispositivo para valorar positiva o negativamente un programa.
  Gracias a los audímetros podemos conocer cosas como el “share” o el “prime time”. El share es el porcentaje de espectadores que está viendo un programa de televisión en un momento determinado. El prime time es la franja horaria de máxima audiencia (que actualmente es de 22:00h a 24:00h).
• Aquí tenéis las audiencias en tv por día, mes y año.

Hay gente que piensa que estos datos se pueden manipular, pero parece ser difícil ya que está en juego el prestigio de Kantar Media (quien anula los datos viciados), y también inversiones multimillonarias de las empresas anunciantes (en 2009 se facturaron la friolera de 2.400 millones de euros en publicidad). Las televisiones no pueden saber donde están los audímetros ya que las familias firman unas cláusulas de confidencialidad.

Aquí tenéis una comparativa de los precios de inserción de un anuncio de 20 segundos en los distintos canales (por ejemplo en Tele5 cuesta 20.000€ en prime time).

                                          No te pierdas el video. Por Argucia.